Ven otra vez a mi costado
ausente desde siempre
otra vez
navegando en el peligro
ahora que los astros
perecen arrastrados
por el negro desagüe de la noche.
Ven por última vez
sonrisa de otras noches.
Triste y mendiga
te aguarda esta vida pobre
que ha estampado en acero
la sentencia del olvido.
Devuelve la misericordia de tus ojos
a este crucificado en tu deseo
antes que esta locura
sea borrada y enterrada viva.
Ven a ayudarme
a recoger mis agobiados trigos
después
ya habrá tiempo de sobra
para meterle arado a tus rastrojos
y melgar el invierno
torvo de tu final ausente.
Tiempo de arrodillarse
castigado ante el ocaso
y escribir cien veces
sobre la línea final de la esperanza:
"mentira fue todo el amor
todo el deseo
nada quedó
de mi huérfana mirada en tu mirada".
Antes que el filo del final
eviscere para siempre tu memoria
recuéstate una última vez
junto al ciego dolor
de mi costado.
