martes, julio 27, 2021

MATINAL DE PLAZA

 

En una oscuridad de plaza,

overa de sol y sombra,

sobre un banco con brillos de ataúd,

disfruto la infinita congestión

de billetes vegetales,

que tremolan pendientes sobre mi,

mientras son contados por el viento.

 

Hay un planear zorzalero

auscultando lombrices

sobre el césped,

y una lluvia acristalada

de manguera serpiente

que embruja a los gorriones.

 

Una estatua oscura y gorda

que se sienta allá al frente,

se orea en la semi luz

y pareciera

que me levanta las cejas,

saludando.

 

Semillas y hojas sueltas,

mientras tanto

junto a papeles de dulce,

boletos de micro y briznas

corren en estampida

haciendo cabriolas de niño

persiguiendo al viento loco.

 

Entablo conversación

con mi camarada el cedro,

el de brazos extendidos a la brisa;

le pregunto cómo ha estado

y él con un gesto

de sus manos me responde:

- Mas o menos...

 

ANOCHECIDA

 

La mano izquierda del destino

con sus minutos azules

se mueve al ritmo de un reloj

que se dirige al sueño

en un suave calambre

por el fondo de mis ojos.
El sol cansado

se acuna en vitrales de agua

y baja por la escalera de la noche

esa del traje negro y su corbata oscura

Mientras tanto las plantas de mis pies

acarician la soledad

y el peso del momento

que canta y se desgrana

en espigas de brisa y de ocaso naranja.